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Que pase el que sigue


Hoy asumió Jose Senn como subjefe de policía, es el sexto en el gobierno de Omar Perotti, se ha cansado de tirar ministros y jefes policiales por la ventana; quizás buscando chivos expiatorios en algunos casos, ante el fracaso de sus policías de seguridad.

El 12 de diciembre de 2019, Marcelo Sain presentaba a su equipo de trabajo, y se designaba al Comisario General (RE) Victor Sarnaglia como jefe de policía, y como subjefe a al ascendido Director General Martín Musuruna.


Pasaron nada más que seis meses, hasta que a principios de junio de 2020, Saín echó a Musuruana, aduciendo que había una investigación judicial que conducían las fiscales de Delitos Complejos Mariela Jiménez y María Laura Urquiza; nunca se supo del resultado de esa investigación; algunos atribuyeron el hecho a una maniobra del propio ministro para sacarlo del cargo.


A la semana, el 19 de junio, Sain convierte en Directora General a Emilce Chimenti, y la designa como Subjefa, acompañando a Sarnaglia.


“Sarnaglia es un jefe de policia de lujo”, había dicho en el mes de marzo de 2020 Sain; pero nadie le creía, porque “sarni”, como lo llamaba él, no era de su gusto, sino que vino impuesto por Perotti.


La tensión llego a su fin, cuando en agosto del mismo año, “se conoció un papel con un escrito”, donde se mencionaba al jefe de policía relacionándolo con el juego clandestino; muchos aludieron la situación a una nueva maniobra del ministro; y este sin demoras apareció en los medios en una foto junto a Chimenti, con el titulo de “estamos trabajando con la jefa de policía”; Sarnaglia se enteraba así por los medios de su salida, aunque sostenía que debía a el despedirlo el Gobernador.


Seis horas estuvo reunido Sarnaglia con Perotti; pero, éste lejos de comportarse como aquel que fue a golpearle la casa en Barrio El Pozo, le soltó la mano, termino renunciando, y ante los micrófonos Sain sostenía, “Sarnaglia es el pasado”.


El 3 de septiembre de 2020, asume como subjefe de policía, el Director General Ariel Zancocchia, convirtiéndose en el tercer oficial superior en ocupar ese cargo.


En marzo de 2021, cambia el ministro, y asume Jorge Lagna; en julio del mismo año, volvería a meter la cola en la gestión, Sain; y “aparecería” una causa judicial que involucró a Zancocchia, la cual se demostraría después, que fue armada con mucha intencionalidad; y este fue desplazado en julio de 2021.


Recién al mes, Lagna tomaría la decisión de nombrarle el subjefe a Chimenti, y fue así que en agosto de 2021, el abogado esperancino Diego Gonzalez fue convertido en Director General, ante la atónita mirada del resto de los oficiales superiores del Cuerpo Seguridad; y de ahí en subjefe de policía; era ya para la fecha, el cuarto.


No había pasado un año, cuando González viajo en un vehículo oficial a la ciudad de Córdoba con su familia a un recital; el escándalo fue mayúsculo, y el abogado en junio de 2022, fue echado de la fuerza.


Dos meses estuvo Chimenti sin subjefe, y era su intención seguir así mientras dure en el cargo; pero la crisis de inseguridad, no perdonaba, y quien se iria esta vez, seria el propio Ministro Jorge Lagna; y llagaría a la Cartera de Seguridad el 10 de agosto, el comisario general (RE) Ruben Rimoldi.


Rimoldi hecho a Chimenti; y puso en funciones de la conducción de la fuerza al comisario general (RE) Miguel Angel Oliva; y nombraron como subjefe, el quinto, al Director General Martín García, aunque con la retención del cargo en la jefatura de la Unidad Regional Uno.


Tan solo seis meses duraría en la gestión Rimoldi; llegaría en febrero de este año, el gendarme Claudio Brilloni, que hacia dos años estaba en un escritorio sin ningún aporte, los hechos son más que elocuentes.


Con la llegada del comandante retirado, asumiría como jefe de policía el subjefe García; y un mes después, el sexto subjefe, Jose Senn.


¿Será este el último ministro de Perotti? Habrá un séptimo subjefe de policía? ¿Se viene el jefe número 11 de la Unidad Regional II en tres años de gobierno? Estamos en un situación de caos, en la calle, y en nuestros hogares, porque la inseguridad no perdona.

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