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Mucho se menciona a las valijas narcos para la política, pero la corrupción "es solo policial"


A nadie escapa que la policía está contaminada de un grupo minoritario de personas que usan el uniforme para beneficios propios, y tampoco se niega que algunos hayan estado o estén formando parte de bandas narcocriminales; ahora, de eso se hace cargo la institución; y ¿la política, de qué se hace cargo?

Escuchamos a diario en nuestra provincia, principalmente de dirigentes políticos del justicialismo, poner el acento en la exclusiva responsabilidad de las fuerzas policiales como parte del problema de la corrupción, del narcotráfico, y obviamente de la inseguridad; escindiendo a la política y a los funcionarios políticos, sin enunciar que son estos, ineptos para sus funciones, y en muchos casos con gravísimas acusaciones en la justicia por corrupción.


La indefensión del policía honesto es imposible ante un sistema legal que lo amordaza, lo que impide poner las cosas blanco sobre oscuros; y es ahí donde aprovecha la política para fundamentar como la exclusividad de las coimas, el cohecho, la venta de drogas, es solo patrimonio de los funcionarios policiales.


Hace unas horas dijo una legisladora oficialista, con una fuerte carga ideológica contra la policía, al referirse a la crisis de inseguridad en la provincia, "...nos exige asumir con responsabilidad política, no solo medidas coyunturales y de emergencia, sino abordar de una vez por todas una ley de reforma integral de la seguridad y la reforma estructural de la policía de nuestra provincia que, ante su evidenciada corrupción, se convirtió en un serio problema para la seguridad”,


Aunque estoy en la antípodas de lo que piensa la diputada, le doy en parte la razón; ahora, me llama la atención que no advierta o no haya mencionado que parte de esta crisis, tiene que ver con la participación por ejemplo, de un funcionario político que formó parte del gabinete de seguridad del actual gobierno, y que debió renunciar, cuando se conoció que a través del tráfico de influencias, pretendía "conseguir un beneficio judicial para el detenido Ariel "guille" Cantero".


Sí, hay corrupción policial; pero hablemos de un ministerio de seguridad en los primeros dos años de Omar Perotti, donde sus funcionarios "salieron corriendo" de las oficinas mientras dejaban funcionando las maquinas picadoras de papel, para borrar evidencias; eso que hoy están acusados en la justicia de espionaje, administración fraudulenta y otros delitos gravísimos.


Hablemos de las valijas narcos que si hay que creerles a unos y otros, entendemos que los grandes narcos de Rosario ponían huevos en las dos canastas, entonces tenían asegurado "la libertad de acción" gobierne quien gobierne.


Está mas que claro que aquí existen debilidades institucionales en lo político; y de eso hay que hacerse cargo, hablar solo de la policía, es lavarse las manos, buscar un único responsable, esconder los muertos, para seguir cobrando suculentos salarios, cuando no, enriquecerse con el delito organizado.

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