El ex titular del Servicio Penitenciario, Pablo Cococcioni salió al cruce de órdenes que se impartieron en las cárceles invocando una disposición que el mismo diera en el año 2017; pero donde se agrega la obligación de entregar información de los celulares de los trabajadores que violan derechos personalísimos.
Hace pocos días el actual director del Servicio Penitenciario Gabriel Leegstra emitió el Memorandum 092, donde pide se cumpla la obligatoriedad de que todo el personal penitenciario haga saber sus números telefónicos, conforme a una disposición que oportunamente exigiera Cococcioni; pero, se agrega un párrafo entre líneas, donde también se exige a fines de 2022 en el Memorandum 1221, que se entreguen datos sensibles de los teléfonos, como el número y marca de tarjeta SIM y el número de IMEI.
A partir de ello, Pablo Cococcioni, salió a expresarse en la red social facebook, en la que deja entrever que la orden de Leegstra tiene una intencionalidad de hacerlo cargo de una orden que el jamás dio, como la exigencia de ciertos datos personales; a la vez, que esta disposición nueva es discutible.
"La validez de esta orden resulta discutible, a la luz de múltiples normas que regulan la obtención, el acopio y la posible utilización de información privada de las personas. En este caso, además, se trata de información sensible, mediante la cual se incrementan los riesgos de que los dispositivos o sus cuentas vinculadas puedan ser accedidos en forma remota"; expresó el ex titular de las cárceles.
También agregó Cococcioni, "No se advierte mayor utilidad en la obtención de esos datos desde el punto de vista del control pretendido, ya que en definitiva el mero hallazgo de un teléfono no autorizado debería motorizar consecuencias disciplinarias. Si un empleado ingresa con tres teléfonos y sale con uno, existe una fuerte sospecha de que ha comerciado ilegalmente con los dos restantes. Tan simple como eso. Nada tiene que ver el IMEI".
Con la manifestación pública, Cococcioni, este pretende que no se tergiversen las ordenes que él dio años atrás, ni se deformen; como así que ve con preocupación la manipulación de una base de datos con información sensible del personal penitenciario, sin explicitarse qué finalidad se persigue ni qué resguardos de seguridad se han adoptado. Resulta alarmante pensar que este tipo de información pueda llegar a manos de reclusos de alto perfil o vinculados al crimen organizado.
En el Servicio Penitenciario hay anarquía
Trabajadores de diferentes Unidades diariamente hacen saber de lo pésimo de la actual gestión, donde han dejado el Servicio Penitenciario en manos de inexpertos oficiales superiores, y que cuando se haga una auditoría contable, varios podrían ir presos.
