Luego de la asunción del cuarto subjefe de policía de la gestión de Omar Perotti, Director General Martín García; quien provenía de comandar la Unidad Regional Uno, se pensó en designar un jefe para el Departamento La Capital; el cargo no se cubrió, García quedó con la retención del cargo, y muchos se asustan si los designan.
La primera propuesta que surgió en el mes de septiembre, cuando asumió la subjefatura de provincia García, fue la de Martín Molina, hoy jefe de las Colonias; pero inmediatamente comenzaron a circular en las redes su paso por la Unidad Regional Uno, en un cargo menor, mencionado en la denominada “causa ospes”; que judicialmente terminó con varios condenados; y en la parte interna, con pocos sancionados, y “muchos sobreseídos administrativamente”; más allá de la “inocencia” penal y administrativa de Molina; el poder político del Ministerio de Seguridad no se animó a nombrarlo.
El derrotero de los nombres, y los jugadores de aquí y de allá
La frustración de la designación de Molina, abrió una oportunidad a la Jefatura de Policía, para que García retenga el cargo, y asi “manejar mejor” lo recursos financieros de la URI; aunque, para la pública dijeron que se trataba de mantener a Garcia en un doble comando porque es quien mejor conoce el Departamento La Capital. Eso es un disparate, porque so pretexto de no asignar un cargo, se viola la ley; y se pone a recortar en los hechos la labor del subjefe de policía que debe estar dando órdenes en toda la provincia; algo tan aprendido en las ultimas jerarquías al hablarse de mando y comando; claro, poco puede entenderse eso cuando en los hechos las ordenes vienen de parte de dos policías retirados.
Filchel, Eletti, Zumoffen, Abdala, Zoratti, Ferrero, Arnodo Suarez, y quizás algunos más, todos con un pasar operativo en algunas unidades regionales, y particularmente con carrera en la capital provincial; ¿acaso, en el mes de septiembre, a nadie le cuadraba designar alguno de esos? No hay plan, ya se sabe; pero por lo menos deben poner un poco más de orden y seguir evitando el descalabro institucional que hay. Está claro que esto tiene un solo responsable, el ministro Ruben Rimoldi.
Toma de comisaria, y resurge Eletti
Lo ocurrido hace unos días en la localidad de Arroyo Leyes, que fue tomada una comisaria, con la sustracción de armas al personal policial allí presente, volvió a surgir la posibilidad de nombrar un jefe en la Regional Uno. Quizás muchos pensarán que se trata de mejorar la gestión, o de darle otra impronta; no, lo que ocurre es que, ante el aumento del delito, y con el advenimiento de fin de año, Rimoldi y el “grupo de asesores”, no quieren asumir el costo político de algún otro hecho de gravedad al no tener un jefe en la capital provincial.
Allí vuelve a cobrar fuerza el nombre de Roxana Eletti, hoy al frente de la Policía de Acción Táctica; y no es que la oficial superior sea la mejor o la peor por entre en resto de los nombrados anteriormente; sino que es la “más dócil”, y la que mejor les calza a “los enanos”, como se los conoce en el rum rum a los asesores de Oliva.
Aquí es donde comienza la disyuntiva; Eletti quiere pero no quiere. Primero porque pediría condiciones, y una de esas tienen que ver con “la caja”, si no hay recursos económicos, particularmente los que tienen que ver con los gastos de funcionamiento, que hoy manejan “los enanos”, no asumiría.
Por otro lado; a la jefa de la PAT la asusta un poco, que su jefatura en la Unidad Regional Uno, sea el acabose de su carrera antes de intentar ser directora general; ya que, la Unidad es una bomba de tiempo, y el ministro Rimoldi está más afuera que adentro del gobierno.
En ese escenario, quienes quieren, no los dejan; y a quienes desearían designar, no quieren. Una situación insólita a la que se ha arribado en un gobierno que da pena.
