El jueves pasado, en horas del mediodía un familiar directo, resulto herido de bala mientras estaba en un comercio producto de un ajuste de cuentas narco; los responsables son parte de la policía y parte de la justicia que parecería no cumplen sus roles.
Seguramente la noticia fue conocida a través de diferentes medios; pero quiero puntualizar el por qué pasa esto; y creo, que es porque como se comenta o me comentan, alguien o muchos, pagan más de 600.000 pesos por semana para que funcionen los kioscos de narcos en la provincia.
Particularmente, esto que pasó a metros de mi domicilio, y que me afectó gravemente no va a quedar en una mera investigación en la justicia ordinaria, como un delito de lesiones, o tentativa de homicidio; esto se trata de un hecho producto de la narcocriminalidad; pretenden hacer estadísticas con lesiones de personas, como hechos menores. Que se la cuenten a otros; esto se trató lisa y llanamente de un ajuste de cuentas producto del narcotráfico, y debe ser investigado por la justicia federal.
Todos sabemos, menos los que tienen que saberlo; o son los del sobre
En cada barrio, los vecinos saben quienes son los que venden, los que compran; ahora, los únicos que no lo saben son los policías de drogas?
Evidentemente hay que pensar que hay sectores que le tienden poco más que una alfombra roja a estos delincuentes para que sigan con la venta de esta mugre, que van a terminar matando a generaciones de jóvenes por la venta de cocaína en los barrios.
Perciben salarios altos; cobran plus, adicionales por cargos; seria bueno que hagan algo, dejen de juntar porros y tumben los que venden cocaína, dejen de vender humo, no hagan procedimientos para la gilada; y si no están a la altura de las circunstancias, dejen sus cargos a personas eficientes.
¿Los fiscales dónde están?
En la ciudad de Santa Fe, hay fiscales federales, de quien me dice la propia fuerza policial, son los responsables de no darles órdenes de allanamientos, o no darles las investigaciones porque “no confían” en la policía provincial; pues bien; si esto es así, porque las fiscalías no actúan con fuerzas nacionales.
Aquí hay algo que no funciona, o hay “un eslabon perdido a propósito”, para ocultar estos hechos; es inadmisisble que gente termine con un tiro, de manera ajena a una situación de delincuentes, porque alguien les permite hacerlo, de una manera indirecta.
Dicen que los procedimientos por drogas son complejos; porque se necesitan filmaciones, cortes, fotos, escuchas; señores, este tal “jona” hace varios años que regentea el negocio de la droga en el barrio donde vivo; no tuvieron tiempo de filmarlo, de hacerle escuchas; sacarle fotos; de que trabajan ustedes señores fiscales?
La letanía de su labor no es solo que demora la tardanza en poner tras las rejas a estos delincuentes; su tardanza conlleva a más envenenamiento de jóvenes que consumen drogas nocivas, y a las posibilidades casi ciertas de que ciudadanos mueran por estar en el lugar equivocado.
El antecedente de una joven asesinada
Hace un tiempo, una joven fue asesinada en circunstancias que tenia que ver con el mundo narco; fue a escasos metros de donde fueron los disparos del jueves pasado; los presuntos autores de ese hecho; estuvieron presos muy poco tiempo; se fueron de la zona; pero regresaron; alguien les dio el aval?
Poner un mini 24 como fachada de la venta de drogas. Un barrio privado
En donde pasaron los hechos, un pasiilo donde viviría ese tal “jona”, se ha puesto un ´porton, como si fuese “aquellas casas de seguridad”, que hemos visto en las series de narcos mexicanos o colombianos; y desde ese lugar amedren a todos los vecinos. Se manejan como si estuvieran en un barrio privado; las opciones son; te quedas en el mole o te matamos, o te compramos.
Ahora, este sujeto pretendía abrir un megakiosco como pantalla para seguir con el negocio narco, todos lo dicen, todos lo saben; menos quienes deberían saberlo para frenar esto; total si no les toca a ellos, con responsabilidad institucional, no les importa nada.
Los asesores peligrosos “familiares” del poli narco
Cuando dije hace unos meses que el ministro se equivocaba al nombrar a un asesor con un pasado oscuro en la ex dirección de drogas; y familiar directo de un policía condenado por narcotráfico; ignoro lo que le manifestaba.
Luego, este asesor comenzó a poner mano en designaciones de jefes en el área narcocriminalidad; a partir de ahí, todo comenzó a cambiar; incluso se designo a quien fuera la mano derecha de “coqui” Gallardo, aquel subsecretario de narcocriminaldiad de la era Sain; ese fue el dato que la cosa venia mal y que iba a ponerse muy fea.
Más allá de esta ser una editorial muy personal; lo cierto es que en ella detallo lo que ya había anunciado que iba a pasar; no me he equivocado; lamento mucho cuando estas situaciones la padece gente inocente; y que por ahí por diferentes circunstancias abandona la lucha; no será este caso; doblegarme a un narco, significaría no ser quien soy.
Voy a ir hasta las ultimas consecuencias, caiga quien caiga.
