El director general Martín García llega a ser el máximo jefe de la fuerza más por la urgencia y un clima enrarecido en la provincia, que por su capacidad; que nadie podría negarlas según el prisma con que se mire. García es el producto de un gobierno en crisis.
Por Miguel Zalazar
Todos los gobiernos han tenido en mayor o menor medida inconvenientes con la seguridad, este no ha sido la excepción; pero jamás se vio tanto descontrol como ahora. García lamentablemente ha sido, como otros, parte de la gestión de Marcelo Saín, quien marcó el peor camino para los altos mandos mediante el destrato, las amenazas y hasta denuncias falsas como en el caso del ex jefe de policía Ariel Zancocchia.,
Es así, que el actual mandamás de la fuerza, llega en agosto de 2021 a un lugar de relevancia como es la jefatura de la Unidad Regional Uno junto al subdirector Jose Carruega, relevando a la directora Marcela Muñoz, muy cuestionada por el propio personal, además por la gran cantidad de robos en el barrio 7 jefes; donde la red de vecinales presionó para que la desplazaran.
Todo hacía suponer que con treinta años cumplidos, Garcia pasaría a retiro; pero no fue así, vaya a saber por qué, los jefes son reticentes a jubilarse y a pasar a una vida más tranquila; ellos sostienen "el amor a la policía", hay quienes lo ponen en duda.
Más aún, con un subjefe de provincia ya puesto, como fue el abogado Diego González, un acto más de irresponsabilidad de Jorge Lagna. García tenia su suerte echada; pero como todo es posible en este gobierno, el designado número dos por Lagna fue echado cuando se fue en un vehículo oficial a un recital a Córdoba, la orden la dio propio Perotti.
Hábil en la jugada, la super jefa de ese momento, Emilce Chimenti, aun con comunicación con Marcelo Sain, ya procesado; hace dejar vacante la subjefatura, a pesar de las presiones que tenía Lagna desde otro lugar, y a las pocas semanas hace desembarcar en la propia jefatura al general más antiguo que tiene la provincia, pero sin cargo; el director general Hernán Ferrero, dejando la jefatura de la Unidad Regional IV, Caseros; para posteriormente asignarle el cargo de "jefe de plana mayor"; un cargo de relevancia según la Ley Orgánica, pero que en los hechos, es un "asesor" de mucha o poca importancia según quien sea el jefe del momento.
Hernán Ferrero, pudo haber sido el jefe o el subjefe de policía, pero ha declinado poniendo varias excusas; por lo bajo se comenta que es un hombre que se guarda para la gestión de gobierno que viene, e incluso lo vinculan directamente al actual diputado provincial Maximiliano Pullaro; alguien del riñón del candidato a gobernador, alguna vez, soltó "este es nuestro pollo".
Este contexto, lo puso a García primero como subjefe de policía, elegido por "los asesores" de Miguel Oliva, el comisario mayor (RE) Juan Carlos Romero, y al comisario inspector (RE) Oscar Lasso; quienes dedicaron la corta gestión más a "hacer bolsillo" que a la seguridad, e incluso dejando en un segundo plano al propio García.
García es el candidato natural y de la urgencia, por varios motivos; era subjefe, Brilloni lo tenía a mano todos los días; era su hombre de consulta diaria, ya que Oliva se manejaba solo, o a veces con Rimoldi; y nadie quería pensar en un rosarino, ya que la mayoría había pasado por la Unidad Regional II, que los convirtió en una picadora de carne; a excepción de la Directora Margarita Romero, que como dicen en la jerga, aguanto los trapos, hasta que era una necesidad relevarla.
Todo estaba dispuesto para que García sea el jefe; y no era precisamente su condición de líder como pretendió exponerlo el ministro; y no es tampoco culpa de jefe; sino, que si uno no nace líder, debe hacerse tal; en García no se vio ninguna de las dos.
En determinadas jerarquías los altos jefes, la mayoría especulan, y cuando especulan se esconden, y la tropa los ve, los observa, los mide; nuestra policía a tenido pocos líderes; y muchos se han querido saber tales con los zunchos; sin saber que estos dan jerarquía y mejor salario, pero no autoridad, la que no solo se tiene, sino que se ejerce.
Garcia es ahora el número uno; preguntémonos cuál será su propuesta para los policías, que hará por ellos; y cuanto esta dispuesto a aguantar sus demandas para que verdaderamente sea el líder que dice Brilloni es.
