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El 80 % de los policías de la Unidad Regional II, no viven en Rosario


El gobierno insiste con patrulleros, tecnología, chalecos balísticos, y todo tipo de materiales para el servicio de seguridad; pero jamás, más allá de los discursos oportunistas; piensa en el trabajador; nunca en la policía se ha pensado en hacer un mapa de donde reside cada empleado para efectivamente poner a cada quien en su lugar de residencia, el de la familia básicamente,

Los gobiernos saben perfectamente que la falta de trabajo, la posibilidad de un empleo estable, seguro, remunerado en blanco, y a corto plazo es la policía; y también deberían saber que en un plan de seguridad, si es que lo tienen, es muy perjudicial para el sistema tomar personas, para tamaña tarea en zonas muy urbanas, de lugares lejanos, y para un desarrollo laboral en un contexto social muy diferente.


Vaya el ejemplo, si ingresa el Instituto de Seguridad Pública (I.Se.P.) un joven de la localidad de Vera, cuyo cursado en la misma sede verense, tenemos una persona que está totalmente adaptado a esa idiosincrasia; y finalizado sus estudios, es casi inmediatamente puesto a caminar la peatonal Córdoba de la ciudad de Rosario, cuando no, algún barrio de los denominados calientes, donde ni siquiera tiene idea de los punto cardiales.


Y eso no es un defecto del suboficial de policía recién egresado, es un error de la falta de previsibilidad del gobierno, que durante años no ha sabido encontrar un mecanismo que logre atraer, seducir, convocar a jóvenes de Rosario o el área metropolitana para incorporar a la institución.


La crítica situación de estrés por la que están pasando compañeros que son de lejos de sus casas es tremenda; en algunos casos ha habido deserciones luego de haberse recibido de policías; y esto tiene que ver con la desazón, al encontrase con una policía destruida, en lo anímico y en lo material.



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