Hasta ahora el Ministro de Seguridad Ruben Rimoldi sigue mirando para otro lado, al menos desde el punto de vista administrativo, puesto que no ha ordenado la separación del cargo de varios de los policías que habrían formado parte de las acciones delictivas hechas y ordenadas por Marcelo Saín.
Bien claro lo dijo el ex subjefe de policía Ariel Sancocchia “Solo un pequeño grupo de obsecuentes traidores de uniformados los siguieron y ahora están temblando”, refiriéndose a policías que habrían sido parte de la organización delictiva, según surge del texto imputativo al ex ministro.
En la extensa acusación aparecen en distintos momentos; de la Agencia de Control Policial (ACP), los nombres; en Rosario de Ariel Montagner, encargado de espiar y armar causas a policías; Pedro Boidi y Evelin Schmid en tener datos del ex Subsecretario de Asuntos Penitenciaros Hector Acuña; María Romegio, habilitada de la ACP, habría articulado un mecanismo contable para pasarle dinero de gastos reservados a Sain; la principal sospechosa, había sido la ex directora del Organismo, Mariana Olivieri.
Por último, no menos importante y gravísimo es las posibles torturas que Maximiliano Bertolotti le había aplicado a un preso; incluso confesadas por él, “darle una sarandeadita”; aunque ello pudiese no haber pasado, ya el solo hecho de no haber denunciado al ministro, lo hace partícipe de tal delito.
Todos estos policías, “empoderados”, soberbios, alguno de los cuales, cuando iban compañeros a denunciar, le avisaban al instante a los denunciados; el caso de Boidi es un caso testigo, ya que tiene varias denuncias; estos personajes no pueden seguir un minuto más junto a los verdaderos policías.
Desde las organizaciones gremiales estamos preocupados por el mutismo de Rimoldi, por la inacción; queremos mano dura para los que se calzan el uniforme y salen a la calle, y desde las esferas de poder pareciera que los sospechados de acciones delictivas poco menos le tienden una alfombra.
Vamos a pedir la intervención de la Legislatura de Santa Fe para este caso, y que inste ante el Organo Jurisdiccional pertinente, saber el grado de responsabilidad judicial de los policías nombrados, como así un pedido de informes al propio Rimoldi.
La policía democrática de Santa Fe, no admite torturadores; si Rimoldi las convalida, que lo diga y se haga cargo.
