Nuestra policía provincial ha ido mutando en los colores de sus uniformes, particularmente en los de fajina; hace cuareta años atrás los había de color marrón, mas aca diferentes tonos azules; con una multiplicidad de colores según las dependencias que había en cada unidad regional o de provincia, maxime cuando la ropa no era provistal al menos hasta la gestión anterior de gobierno, y la compraba el propio trabajador.
Desde el año 2016 se unificó el color para todas las dependencias y pasó a ser negro, con lo cual hay más uniformidad, incluso las casas de venta de prendas de vestir las hacen en color negro, para lo que es fajina; maneniendo el azul, que se usa mas de excepción hoy en dia.
Es verdad que hoy el color negro, no es el ideal para cualquier trabajo, sobre todo en las altas temperaturas, donde los policías desarrollan muchas actividades al aire libre.
Sin embargo, los estudios han demostrado que el negro absorbe más calor que los colores claros (hasta 2,5 veces más radiación solar que las blancas). Esto se basa en el principio científico de la refracción. Este fenómeno explica que los colores claros reflejan la luz, mientras que los oscuros la absorben.
De igual modo existe un gran debate y creencia popular sobre si la ropa negra es realmente más cálida que otros colores. Algunos creen que el negro absorbe más calor que los colores claros, por lo que es ideal para el clima frío. Otros sostienen que la ropa negra ayuda a irradiar el calor corporal. En realidad hay pruebas científicas que apoyan ambos argumentos. Si comprendemos cómo afectan los diferentes colores y tejidos, podremos vestirnos adecuadamente según el clima y el nivel de actividad. Al final, todo dependerá de la situación concreta.
Ropa oscura, calor corporal y el poder de la convección
Así la mayoría de la gente está familiarizada con el hecho de que la ropa negra absorbe más calor que la blanca. Lo que mucha gente no sabe es que este mismo efecto también regula la temperatura corporal, en este caso con un punto a favor de la ropa oscura en caso de calor excesivo, ya que a menudo pensamos que la luz es la única fuente de calor, pero eso no es todo.
Nuestro cuerpo emite constantemente energía térmica, y ese calor tiene que atravesar una capa de ropa para salir al exterior. De hecho, nuestra temperatura corporal se regula mediante un equilibrio entre el calor que generamos y el que perdemos. Cuando tenemos frío, nuestro cuerpo trabaja para conservar el calor contrayendo los vasos sanguíneos y reduciendo el flujo de sangre a las extremidades, y a la inversa.
